Durante el trabajo es bueno escuchar música, ya que ayuda a mantenerte animado, el ritmo, esquivar la soledad y el cansancio que es frecuente en la jornada laboral.

Se dice que la música afecta de manera significativa el funcionamiento del cerebro, puede agilizar o retrasar las tareas a realizar.

Pautas y consejos

  • Las canciones sin letras son mejor, ya que las con letras dificulta la producción gramáticas y sintáctica del cerebro, es como si en una autopista donde circulan coches circulen vehículos pesados.

El tráfico se congestiona, aumenta los tiempos de llegada, algo parecido ocurre en el cerebro.

Canciones desconocidas son la mejor: Son utilizadas cuando el cerebro se enfrenta a un esfuerzo, más de una vez debes estar trabajando y escuchas un tema conocido y la comienzas a cantar.

Pero si el ejercicio que se realiza es físico y no mental, se puede recurrir a canciones conocidas.

Elige y distribuye las fuentes de sonido adecuadas: No es lo mismo escuchar música con unos auriculares que con unos altavoces que rodean el lugar donde te encuentres. Tampoco es igual que audio salga de una portátil que si lo hace de un altavoz.

Cuando las fuentes de sonido son directas pueden afectar la productividad por eso siempre es bueno escoger los temas que te resulten más comodos.

Versiones instrumentales: Existen temas famosos que poseen versiones instrumentales, estos son de mucha ayuda, ya que al eliminar la letra, la concentración para trabajar será ameno y creativo.

Listas progresivas para iniciar la jornada: Esta lista debe contener temas animados, motivadores o que apelen a sensaciones positivas. Después de un rato los temas deben ser calmados y pasivos.

Escoger el género musical: Estudios han demostrado que la música clásica es la mejor, pero el tipo de música que se escucha debe adaptarse a la tarea que se realiza, ya que cada género activa zonas del cerebro diferentes.

Si realizas tareas como editar una fotografía, el género indicado es la Electrónica, Pop, Dance, entre otros, lo cual no afecta la productividad. Pero si la actividad requiere intensidad mental la música minimalista, jazz y clásica son la opción ideal.

Bandas sonoras: Estas son de películas y videojuegos, son las mejores, ayudan a mejorar la concentración y productividad.

Sentimientos y emociones: La música toca fibras en la parte emocional, por eso, es necesario que al crear una lista de temas conocer como estos afectan a las diversas regiones del cerebro. Por ejemplo, un tema que cuya letra nos recuerda un momento triste en la vida. Esto va a impedir ejecutar las tareas a las que nos enfrentamos.

Música aleatoria, cuando la lista de temas es variada ayuda a trabajar, ya que cada tema estimula diferente aéreas del cerebro, esto ayudara a una mayor eficiencia y productividad.

Resulta necesario en ocasiones renunciar a la música, ya que esta puede dificultar la productividad, cuando existe un bloque mental o cuando se trabaja intensamente, como en el caso de los cerrajeros Hospitalet, resulta que al escuchar esta durante muchas horas elimina los beneficios que tiene.