
Son muchos y muy antiguos los estudios que relacionan a la música y la felicidad; Charles Darwin, afirmaba que la música desempeña un significativo papel, por ejemplo, en la producción de las emociones humanas; mientras que otros autores destacan su importancia al fomentar la solidaridad, el altruismo o el trabajo en grupo.
Al conectarnos con las emociones y recuerdos en muchos casos también ayuda a descifrar en realidad como nos sentimos; las investigaciones han podido demostrar los efectos fisiológicos de la música sobre la presión arterial, el ritmo cardíaco y respiratorio, así como las funciones cognitivas.
Mejora de las habilidades visuales y verbales.
La revista según un estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology, la música estimula el cerebro en los niños ayudando a mejorar las habilidades comunicativas, con mayor énfasis en las visuales y verbales.
La música actúa como un cerrajero Sevilla que abre las posibilidades para el desarrollo humano emocional y afectivo; los niños que toman parte en lecciones interactivas música:
- Ganan una confianza mayor.
- Tiene una comunicación mucho más eficiente.
- Tienden a estar más sonrientes.
- Y su cerebro tiene a dar una repuesta más avanzada que el promedio de los niños de la misma edad.
Los niños en edad comprendida entre los 4 y 6 años que tienen estudian música e incluyen el entendimiento del ritmo, la voz, así como los conceptos musicales básicos, aprenden y entienden nuevas palabras más fácilmente.
En niños mayores, con una edad de entre8 y 11 años, que toman clases de música se ha demostrado que su coeficiente intelectual es mayor que en otros niños promedio.
Ralentiza el desgaste del cerebro.
Se afirma que escuchar música es un ejercicio para la mente y de esta manera puedes ayudarla a mantenerse en forma en con el paso de los años, en la edad adulta y la vejez.
Estudios demuestran que inclusive las personas que presentan un daño cerebral leve pueden recuperar parcial o totalmente procesos neurológicos, así como recuerdos, todo con la ayuda de la música, ritmos y sonidos.
Excelentes beneficios para tu corazón.
Tan sólo con escuchar una música que te relaje, en horas de la mañana o en la tarde puedes mantener los niveles de presión arterial estables, un ritmo normal de los latidos del corazón, así como disminuir los niveles de ansiedad y dolor.
Estas afirmaciones están avaladas por un estudio que se realizó en el Hospital General de Massachusetts; y según investigaciones llevadas a cabo por la Sociedad Estadounidense de Hipertensión, en Nueva Orleans, sólo con escuchar 30 minutos de música clásica, celta o raga diariamente puede reducir de manera significativa la presión arterial.
Sin importar el tipo de música de tu preferencia, escucharla provoca la producción de endorfinas en el cerebro, lo que mejora notablemente la salud vascular. Los pacientes que han pasado por una cirugía del corazón ven reducido los niveles de ansiedad y dolor cuando escuchan música.
Fortalece el sistema inmune.
La hormona del estrés, el cortisol, es la responsable de debilitar el sistema inmune, esto puede causar problemas en el corazón, baja densidad ósea, aumento de la presión arterial y problemas de aprendizaje.
Escuchar 50 minutos de música energética aumenta eficazmente la producción de los anticuerpos que requiere nuestro organismo.